El recaudador ejecutivo municipal del Ayuntamiento de Sant Vicent del Raspeig se apropió de parte de los fondos municipales entre los años 1989 y 1993.
Las funciones del susodicho consistían básicamente en, al final de cada anualidad, llevar a cabo la oportuna rendición de cuentas y liquidar con el Ayuntamiento el total del importe cobrado según los diversos tipos de recibos entregados en su momento por los ciudadanos del municipio. En 1993 estas funciones fueron trasladadas a SUMA, organismo Autónomo de la Diputación Provincial de Alicante y previamente al traslado de funciones, se llevó a cabo una cuenta final de la anualidad por parte de una de las empleadas del acusado, dada la incomparecencia de este último. Así fue como se descubrió un descuadre entre la cantidad percibida por los impuestos cobrados y los recibos supuestamente pagados por los contribuyentes, además de un maletín propiedad del recaudador con numerosos recibos abonados por los contribuyentes, los cuales constaban en la Corporación como pendientes de cobro. Entre los recibos abonados y las cantidades pendientes de cobro por el Ayuntamiento, se obtiene un saldo deudor de 262.562,98 €.