El presente caso constituye una de las piezas de la trama Gürtel, relativa a la adjudicación de contratos por parte de la Generalitat Valenciana, concretamente desde la Agencia Valencia de Turismo, a la mercantil Orange Market, S.L., constituida por los principales dirigentes de la trama, Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez, así como otras personas interpuestas en la mercantil.
De acuerdo la resolución, los hechos probados relatan las irregularidades cometidas por directivos y empresas de la trama Gürtel, de un lado, y por la consejera de Turismo y otros funcionarios y técnicos pertenecientes a la Agencia Valenciana de Turismo, de otro, para adjudicar los contratos para la concurrencia en ferias de turismo en las anualidades que van de 2005 a 2009 (ambas inclusive). Así, constituyeron la empresa Orange Market, que se relacionaba directamente con la Consejería y con las otras sociedades del entramado, y a quien se hacían las adjudicaciones. La sentencia expone que las relaciones del grupo de empresas con la administración eran tan fluidas, antes y durante la adjudicación de los contratos, que se produjo un “desembarco” y de hecho una ‘sustitución’ de la administración por las empresas de Gürtel, pues eran ellas las que confeccionaban y redactaban los contratos, siempre admitidos por la Administración, realizaban los planos, e incluso diseñaban los criterios de valoración de las propuestas.
Esa ‘toma’ por parte del grupo de empresas Gürtel de una unidad administrativa de la Consejería de Turismo de la Generalitat valenciana fue posible, explica la resolución, por las relaciones personales de amistad surgidas entre Correa, Pérez y Crespo, con Milagrosa Martínez y funcionarios del departamento, “por el conocimiento personal derivado de la participación del grupo en anteriores campañas con el partido político que sustentaba el gobierno de la Comunidad autónoma, y sostenida, posteriormente, con los regalos que se realizaban por las fiestas de Navidad”. Sobre este particular, destacar el obsequio de un reloj Huble a la Consellera, valorado en 2.400€.
Así las cosas, quedan probadas las actuaciones llevadas a cabo por los acusados con el fin de obtener “tras manipular, alterar e influir a su favor en los diversos procedimientos administrativos de adjudicación”, la ejecución de distintos trabajos a favor de la Agencia Valenciana de Turismo en la realización de los stands y actividades de turismo que se han venido celebrando anualmente en la Institución Ferial de Madrid (IFEMA).
La sentencia pone de manifiesto el “grado de corrupción que durante su mandato llega a imprimirse a toda la materia de contratación de su departamento». La sentencia pone de manifiesto cómo Milagrosa Martínez modificó todo el procedimiento administrativo de tramitación de estos contratos para favorecer a las empresas de la trama Gürtel. De igual modo, cabe destacar la participación del resto de miembros de la Conselleria imputados en este caso, los cuales actuaban a sabiendas de la manifiesta arbitrariedad y perjuicio al erario público que guiaba las adjudicaciones contractuales.